Descubre las verduras con más minerales: ¡Atrévete a comer algas!

Publicado en16/08/2017 Por
Las algas son un excelente nutriente, ya que contienen entre diez y veinte veces más minerales que las verduras terrestres. ¿Sabías que se conocen 24.000 especies de algas, de las cuales sólo una pequeña parte empleamos con fines culinarios o medicinales? En este artículo descubrirás cómo incorporar fácilmente a tu dieta las 9 algas más nutritivas. ¡Empieza a beneficiarte de sus propiedades! [caption id='attachment_1613' align='alignnone' width='540']alga chlorella Alga chlorella[/caption]

¿Qué tipos de algas existen?

Tienen formas y dimensiones muy variadas. La mayoría proceden del mar, pero también se encuentran en aguas dulces. Se clasifican según su coloración: clorofíceas (verdes), feofíceas (pardas), rodofíceas (rojas) y cianofíceas (azules). Su color viene dado por la clorofila y otros pigmentos que fabrican en función de la profundidad en que viven.

 ¿Cómo se cocinan?

Son muy versátiles en la cocina y se pueden integrar en cualquier plato: sopas, caldos, consomés, estofados, ensaladas, salteados, postres... ¡Cocinarlas es muy sencillo! Primero se lavan rápidamente bajo el grifo con agua fría. Luego se dejan en remojo (cada alga tiene su tiempo dependiendo de su densidad y textura). Si es necesario se cocinan, y finalmente se cortan y añaden a los platos elegidos. Una vez abierto el paquete, recomendamos ponerlas enseguida en un recipiente hermético para que no se humedezcan y mantengan todos sus nutrientes.

¿A qué edad se puede empezar a comer?

Los bebés pueden tomar algas a través de la leche materna, y cuando empiezan a tomar alimentos sólidos se les puede integrar una pequeña cantidad en las cremas y sopas. Recomendamos empezar con las algas más suaves como el Wakame o el Agar-agar. Con un año, el bebé ya debe poder comer toda la variedad de algas.

Seis razones para incorporarlas en tu dieta

  • Desintoxican la sangre. Una de las características de las algas es su capacidad para expulsar del organismo metales contaminantes, radiactivos y nocivos. Su contenido en ácido algínico facilita la eliminación natural de toxinas.
  • Por su abundancia en minerales (magnesio, potasio, calcio, hierro, fósforo...) neutralizan los efectos nocivos de la acidez que se genera con dietas excesivas en proteína, o como consecuencia de estados mantenidos de estrés.
  • Contienen yodo, difícil de obtener de otra fuente que no sea el mar. Pueden ayudar a prevenir el bocio, y a disolver grasas y depósitos de mucus que aparecen en el organismo debido al consumo de grasas saturadas, carnes y lácteos. Para las personas con hipertiroidismo se recomiendan las algas menos potentes en yodo (Agar-agar, Nori, Wakame, Hiziki), siempre consultando al especialista.
  • Tienen un efecto calcificante de los huesos por su riqueza en calcio (especialmente las algas Hiziki, Wakame, Arame, Cochayuyo, Kombu), y una excelente relación calcio/fósforo que facilita la absorción del calcio. Además, su efecto alcalinizante evita la pérdida de masa ósea.
  • Son ricas en vitaminas y oligoelementos (como zinc o selenio) que refuerzan el sistema inmunitario. Las algas como la espirulina, chlorella y klamath aportan un complemento importante de vitamina B12, importante en casos de dietas vegetarianas, embarazo, fatiga o estrés.
  • Además, se puede aprovechar el agua de remojo que no utilizamos a modo de balneario casero, para cuidar la piel.
Además de todos estos beneficios, las algas te ayudan a decorar de una forma original tus platos. ¡Anímate a añadirlas a tus comidas y disfrutarás de un aporte extra de minerales y vitaminas!
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