Tomillo, un desinfectante ideal

Publicado en06/05/2017 Por
El tomillo (farigola o timó, en catalán) es una hierba aromática de la familia de las labiadas, de flores purpúreas, rosadas o blancas que florece de marzo a junio. Se cría sobre todo en lugares soleados, calizos o arcillosos. Se puede cultivar en casa o recolectar de la naturaleza (no debe confundirse entonces con el serpol). Se recogen algunas ramitas a media mañana de un día soleado y se dejan secar a la sombra, en un lugar ventilado, procurando hacer pequeños ramilletes, teniendo en cuenta que habría que dejar algunas flores en la planta y no arrancar de raíz la mata entera. El Thymus vulgaris ya se conocía en la Antigüedad. En Egipto se elaboraban pócimas y ungüentos que se utilizaban en los embalsamamientos. Los griegos creían que tenía poderes curativos. Galeno ya afirmó que curaba enfermedades respiratorias y articulares. En cambio los romanos introdujeron su uso en la cocina, como especia para aromatizar vinos y quesos. Y en la Edad Media se regalaba tomillo a los caballeros para desearles suerte y protegerlos en las batallas. Actualmente, se utiliza en la cocina como planta aromática para condimentar platos pero también se utilizan las hojas y las flores con fines más terapéuticos.

Propiedades del tomillo

  • Antivírico. Se utiliza en cualquier tipo de infección vírica, ya sea de vías respiratorias como del aparato digestivo.
  • Expectorante y mucolítico. Tomar infusiones de tomillo podrá ayudar a eliminar la mucosidad y reducir la tos en caso de resfriado.
  • Desinfectante, cicatrizante y antiséptico. Por ello el tomillo es muy apropiado para tratar heridas. Es necesario hervirlo en un cazo con agua, dejarlo enfriar, colarlo y aplicar el líquido resultante sobre la herida mojando una gasa esterilizada. Hay que repetir este proceso tantas veces al día como sea conveniente hasta que la herida esté totalmente cicatrizada.
  • Antiinflamatorio y fungicida que ayuda a eliminar las llagas o aftas bucales mediante enjuagues.
  • Digestivo, ya que una infusión de tomillo después de las comidas principales favorece la buena digestión. Asimismo evita la formación de gases y puede resultar útil en casos de indigestión, dolores estomacales o flatulencias.
  • Repelente de insectos. Se utiliza el aceite de tomillo para protegerse de las picaduras de insectos.

Receta de la sopa de tomillo

Entre nosotros son bien conocidas estas propiedades y por ello ya nuestros antepasados hacían habitualmente un plato exquisito conocido como “sopa de farigola” que les ayudaba a prevenir ciertas dolencias. ¿Queréis saber cómo se prepara? [caption id='attachment_1511' align='alignnone' width='360']Sopa de tomillo Sopa de tomillo[/caption] Los ingredientes para 4 personas son 1,5l agua mineral, pan seco, 2 ajos, 1 ramita de tomillo, aceite y sal. Se pone el agua en una olla y cuando empiece a hervir, añadimos los ajos pelados (también puede ser ajo negro) y el pan seco, con un poco de sal y aceite. Lo removemos y dejamos cocer durante 5 minutos. Después incorporamos el tomillo y lo dejamos infusionar tapado y apartado del fuego durante 10 minutos más. Lo servimos, ponemos un chorrito de aceite de oliva virgen extra y ya está lista para tomar. Para hacerla más apetitosa podemos tirar huevo batido por encima y decorar con unas hojitas de menta. El pan seco también puede cortarse en finas láminas y añadirse al final para que quede más crujiente. ¡Como veis, es importante tener siempre algunas ramitas de tomillo en casa y ahora es un buen momento para ir al campo a recogerlas y disfrutar del espectacular paisaje!
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