Plantas para cuidar los bronquios. ¡Descúbrelas!

Publicado en27/01/2016 Por
Con el frío del invierno, una de las partes más amenazadas de nuestro sistema respiratorio son los bronquios. En este artículo te presentamos cinco plantas para cuidar los bronquios, algunas muy conocidas y otras menos populares, pero todas ellas eficaces y muy cercanas a nosotros. También te enseñamos a preparar algunas tisanas y remedios naturales para mantener la salud de tus bronquios. ¡Atrévete a prepararlos y cuéntanos tu experiencia!

Herba blava (Polygala calcarea)

La herba blava pertenece a la familia de las polygonáceas. Se encuentra sobre todo en terrenos calcáreos y rupestres de toda Cataluña. Es una planta herbácea que florece a principios de marzo y continua toda la primavera. La herba blava se caracteriza por sus flores de color intensamente azul. Se trata de una planta medicinal de poco uso (seguramente por su desconocimiento), a pesar de ser un excelente mucolítico. La herba blava está indicada en congestiones pulmonares, resfriados, gripes, bronquitis y demás alteraciones del aparato respiratorio. Por este motivo la hemos incluido dentro de las plantas para cuidar los bronquios. En forma de decocción, se recomienda tomar 2 tacitas al día. [caption id='attachment_1164' align='alignnone' width='540']Plantas para cuidar los bronquios: Herba blava. Plantas para cuidar los bronquios: Herba blava.[/caption]  

Marrubio (Marribium vulgare)

El marrubio es una planta vivaz de hasta un metro de altura, con numerosos tallos cuadrados, hojas redondeadas, flores blancas que se aglomeran en gran número en las axilas de las hojas superiores. Es una planta clásica en la flora medicinal de nuestro país. El marrubio tiene un color grisáceo-blanquecino, presenta abundante vellosidad y desprende un olor característico. Florece a partir de mayo. De las muchas propiedades del marrubio, destacamos que es un excelente tónico estimulante, balsámico, fluidificante bronquial y ligeramente diurético. Por su carácter amargo, se emplea como tónico estomacal y estimulante de la función hepática. También es eficaz contra la fiebre. [caption id='attachment_1165' align='alignnone' width='405']Plantas para cuidar los bronquios: Marrubio. Marrubio.[/caption] De entre las plantas para cuidar los bronquios, entendemos que el uso del marrubio es preventivo. Las personas con problemas bronquiales importantes, para las que un simple resfriado se puede convertir en una patología grave, pueden tomar durante todo el invierno dos infusiones diarias de una mezcla de malva, malvavisco, yemas de pino y marrubio. Si lo hacen, verán como estas crisis no llegan; y, si aparecen, son mucho menos alarmantes.  

Flor de malva (Malva sylvestris)

La malva forma parte de la flora de nuestro país y siempre ha sido una planta de referencia en la medicina natural. Es una planta humilde, que podemos encontrar con facilidad en los bordes de los caminos. Florece en primavera y verano, y es entonces cuando se recolectan sus flores de color azul intenso. La flor de malva tiene múltiples aplicaciones (se utiliza para tratar faringitis, aftas bucales y conjuntivitis, además de ser un tónico digestivo e intestinal), pero queremos destacarla como una de las plantas para cuidar los bronquios. [caption id='attachment_1166' align='alignnone' width='540']Plantas para cuidar los bronquios: Flor de Malva. Flor de malva.[/caption] Las infusiones de flor de malva combinadas con plantas balsámicas son excelentes para combatir resfriados y procesos gripales. Podemos mezclar a partes iguales flor de malva, yemas de pino, raíz de regaliz y hojas de pulmonaria. De esta combinación, tomaremos una cucharada sopera en un vaso de agua (250 ml) y la herviremos durante 3 minutos. Pasado este tiempo, la dejaremos reposar 5 minutos. Se toma, preferiblemente endulzada con miel de eucaliptus, 3 ó 4 veces al día.  

Helenio (Inula helenium)

El helenio –también conocido como ínula, énula campana– pertenece a la familia de las compuestas. Crece en toda Europa meridional, en los Balcanes y en Asia occidental. Sus flores, de color amarillo intenso, aparecen entre julio y septiembre y son similares a las de árnica. El nombre de ínula deriva del griego y significa “purgar”, en clara alusión a sus propiedades depurativas. Es en la raíz y el rizoma del helenio donde encontramos sus propiedades medicinales: su aceite esencial tiene una acción expectorante y relajante de los bronquios, produciendo una acción benéfica en casos de tos irritativa y rebelde. El helenio se suele tomar mezclado con otras plantas para cuidar los bronquios y el sistema respiratorio, como el tomillo, la malva, la borraja, etc. También se puede tomar solo. Se necesita una cucharada sopera por vaso de agua. Hay que hervirlo 4 minutos a fuego lento y, luego, dejarlo reposar hasta que esté tibio. Te toman 3 vasos al día. [caption id='attachment_1167' align='alignnone' width='540']Plantas para cuidar los bronquios: Helenio, ínula o énula campana. Plantas para cuidar los bronquios: Helenio, ínula o énula campana.[/caption]

Tisana pectoral de helenio

Se deben hervir a fuego lento 150 gramos de raíz de helenio en un 1,5 litros de agua durante 15 minutos. Acto seguido, hay que dejar reposar la tisana 5 minutos y, luego, añadir una cucharada sopera de jugo de ajo. Se agita bien y se le añade miel al gusto. Se puede tomar una taza 3 ó 4 veces al día.  

Pino abeto (Abies alba)

En las laderas umbrías de las montañas de nuestro pre-Pirineo, encontramos una de las joyas de nuestra flora: el pino abeto (avet). Su corteza de color gris aparece lisa en los ejemplares jóvenes y resquebrajada en los de muchos años. Sus ramas horizontales le dan un porte piramidal. Los frutos del pino abeto, las piñas, son grandes y pueden llegar a medir 15 cm. El principio activo más importante del pino abeto es su aceite: la trementina. En la medicina popular, el pino abeto, siempre ha sido reconocido como una de las más destacadas plantas para cuidar los bronquios por su poder balsámico, expectorante y desinfectante bronquial. Por vía interna, las yemas de pino abeto tienen propiedades antigripales y diuréticas. Se toman 10 g. de yemas de abeto en 250 cl. de agua. Se hierven durante 3 minutos. Después de dejarlas reposar 10 minutos, se les añade un poco de miel y ya tenemos un excelente jarabe balsámico y tónico pectoral. Si mientras está hirviendo aspiramos sus vapores, nos ayudaran a fluidificar la mucosidad. La resina del pino abeto aplicada por vía externa actúa como un excelente antirreumático. Una fricción de resina de abeto diluida en un aceite base nos aliviara los dolores articulares o reumáticos. [caption id='attachment_1168' align='alignnone' width='540']Plantas para cuidar los bronquios: Pino abeto ("avet"). Plantas para cuidar los bronquios: Pino abeto ('avet').[/caption]

Jarabe de pino abeto

Existe un jarabe artesano muy popular que preparan todos los amantes de los remedios naturales en el pre-Pirineo leridano. En agosto, recolectan las piñas del abeto, aún verdes. Son muy resinosas. Las cortan a rodajas finas y las colocan en un envase de cristal de boca ancha, dispuestas en capas alternas de piñas y azúcar moreno, hasta llenar el bote. Hay que guardarlo bien tapado. Al cabo de un mes aproximadamente, el azúcar se habrá licuado mezclándose con la resina que emana las piñas. Al colar la mezcla, utilizando una gasa fina, obtenemos un jarabe con propiedades balsámicas y expectorantes, que nos ayudará a prevenir los catarros y a aliviar procesos bronquiales.
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